Quédese en casa. Manténgase conectado.

Cómo conservar las relaciones personales y el espacio personal.

Todos juntos. Todo el tiempo.

Cuando una crisis sanitaria nos obliga a confinarnos en casa, pasar las 24 horas del día con la pareja puede ser reconfortante, pero también muy estresante.

El teletrabajo puede ser algo a lo que algunos estamos acostumbrados, pero ahora muchos de nosotros tenemos a nuestra pareja trabajando desde casa y a nuestros hijos asistiendo a la escuela virtual también desde casa. La mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a pasar el día entero en el mismo espacio y con la misma persona, por lo que cabe esperar que nos cueste un poco acostumbrarnos.

Guía de supervivencia para el confinamiento:

No se calle
Adelántese a las dificultades y hable de ellas con su pareja antes de empezar a sacar de quicio a la otra persona y viceversa. El trabajo en equipo es mucho más fácil cuando las dos personas buscan soluciones juntos y desde la calma

Busque su propio espacio
Es probable que al menos un miembro de la pareja necesite algo de espacio. Considere la opción de hacer ejercicio a solas al aire libre. Su perro se lo agradecerá; tendrá ración doble de paseo.

Aprenda a reconocer la ira
Si la tensión empieza a acumularse, trate de no reaccionar en ese momento y simplemente salga de esa situación tensa. Espere para hablar de lo que ha sucedido más tarde, de forma calmada y sin juzgar.

Haga una recapitulación diaria
Reserva un rato cada día para hablar sobre lo que funciona y lo que no funciona. Evite hacer acusaciones, procure tomarse las cosas con humor, sea indulgente y exprese gratitud. Ahora más que nunca, debemos dar las gracias por tener salud.

Saque tiempo para la intimidad
Siempre que ninguno de los dos esté enfermo o deba permanecer completamente aislado, trate de sacar tiempo para la diversión y la intimidad.

Le ofrecemos estos consejos de autocuidado por cortesía de Sue Lennon, una respetada enfermera, terapeuta, educadora y coach con casi tres décadas de experiencia en el campo de la enfermería oncológica, que incluye cuidados del estoma y urológicos. Le apasiona la comunicación entre enfermero y paciente y busca entender la «experiencia vivida de la enfermedad» para poder ofrecer un cuidado verdaderamente holístico. Además, es ponente habitual en talleres y conferencias internacionales.